La voltea tazos

Desde que me involucré activamente en el mundo lésbico he oído este término para referirse a las chicas que “consiguen” andar, besar, salir o tener sexo con una heterosexual (que en ese instante ya es nombrada “heteroflexible” o “heterocuriosa”). La cosa es que entre tanto lenguaje lencho, el concepto de volteatazos es el que más me molesta.

Y es que no sé ni por dónde comenzar, si la parte donde cosificamos a las mujeres comparándolas con un trozo de plástico que te aparecen en las papas fritas; el creer que las demás personas tienen el poder de “cambiar” nuestra orientación sexual; pensar que ellas son de nuestra propiedad porque “si la volteas es tuya”, que viene muy de la mano con esta actitud de “lenchas alfa” o todos los chistes que se originan a raíz de este concepto misógino, sugiriendo que podemos emborrachar a nuestra amiga hetero y aprovechar para besarla (cultura de la violación ¿dónde?).

Sin duda son muchas las razones por las que considero que deberíamos erradicar este tipo de palabras de nuestro vocabulario, pero más importante aún, de nuestro actuar. El que creamos que tenemos el poder sobre la orientación sexual de las demás me recuerda un poco a los hombres que nos dicen que somos lesbianas porque ningún hombre nos ha sabido satisfacer.

Es importante entender que aunque muchas en algún momento nos asumimos heterosexuales y un día “experimentamos” y “nos voltearon”, la realidad es que saturan nuestra mente diciendo que la única forma de pareja posible es la de un hombre más una mujer, así que ¿cuál sería la razón por la que no nos asumiríamos heteros por default? No es que esa niña de la secundaria haya conseguido cambiar tu “estilo de vida buga”, fue que despertaste hacia una realidad que creías imposible; probablemente la curiosidad y el deseo llevaba mucho más tiempo alojado en tu mente de lo que tú misma crees y esa persona especial fue el medio para que te atrevieras a cuestionarte las aseveraciones que dabas por ciertas.

Nosotras, como lesbianas o bisexuales, podemos –debemos – tener un código ético y un respeto por las demás mujeres. Está bien que tu amiga te guste, que hagas el intento porque su relación tome una dirección sexoafectiva diferente a la que tienen, sin embargo es aún más importante entender y respetar cuando ella te asegura que no está interesada, que no se siente cómoda o que aunque también le gustes no se siente lista. Debemos dejar de normalizar el abuso que cometemos hacia las otras cuando aprovechamos que se encuentra bajo la influencia del alcohol o drogas para satisfacer nuestros deseos, no porque esto suceda entre mujeres deja de ser abuso sexual. Fomentemos el respeto hacia las demás, así como la honestidad al hablar para evitar confusiones y abusos.

Por: FemiNazty

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