Dentro de todos los grupos sociales que navegan esta locura, llamada vida, siempre se ha hecho presente la necesidad de nombrar a todos los participantes y de esta manera asignarles ciertos roles de comportamiento o designios de origen que nos permitan compartimentar nuestra manera de verlos (no te hagas, así funcionamos todos).
Con esta idea en mente, en la década de los 50s, durante la que se vio el nacimiento de una nueva generación de chicas que se negaba a obedecer los códigos de vestimenta impuestos, aunque estos fueran para fines laborales. Y con el logro de una mayor visibilidad para la comunidad lesbiana de ciertas zonas de los Estados Unidos, nace el término “Butch”.
Este término comenzó a ser utilizado para designar a mujeres con características de personalidad masculinas más marcadas, códigos de vestimenta también masculinos (en ese momento trajes de vestir y pantalones de mezclilla que no eran típicamente asociados con una mujer). Nótese en este punto, que incluso en nuestros días solemos caer en el error de asumir a la chica butch como «la activa» en la relación y la catalogamos también como “el hombre”.
También para estos fines clasificatorios, por ahí de los 90s, nació otro término dentro de lo que ahora conocemos como slang lésbico. Este término es “femme”, palabra francesa que significa mujer y que se usa para referirse a una chica ya sea lesbiana o bisexual que presenta; características de personalidad y códigos de vestimenta que pueden considerarse femeninos, representativos de lo que en ciertos lugares se considera como, vestimenta adecuada para una mujer y que comúnmente se piensan como dulces o coquetos. En la actualidad también se les conoce como “Lipstick Lesbians”
Entonces, ¿Qué significa esto?
Si bien es cierto que, dentro de la comunidad sociológica hay quienes dicen que estas dos palabras asignan una nueva identidad cultural, una forma de rebelarse contra el sistema propia del lesbianismo de toda la vida, también es cierto que muchas veces esta asignación es dada de manera individual o por el mismo grupo social que se frecuenta.
Ahí vamos otra vez, ¿Qué soy entonces?
Mi pregunta nace desde una experiencia que tuve en tiempo reciente, y es que, quien haya visto mi foto en la semblanza de AFDP (que se encuentra abajo de este texto) sabrá que hasta hace poco tenía una cabellera larga y china y hace unas semanas decidí raparme, no a 0 pero cerca.
Y si se preguntan, ¿qué fue lo que paso?; resulta que a mi siempre me ha gustado andar de jeans, botas y muchas veces camisa de franela a cuadros y blusas de colores, pero sin muchos estampados, así que, aunque mi look podía haberse considerado dentro de lo que podría llamarse “código de vestimenta butch habitual” no se me consideraba dentro de ese grupo de manera automática y eso lo noté después de raparme y acompañar a una amiga a hacer unas compras (pre-contingencia), porque al pasar al lado de unos monitos (onvrez, al fin), estos nos vieron y preguntaron «¿Quién es el hombre?». Aunque la experiencia en sí misma es lo mas blah que te puedas imaginar me hizo ponerme a reflexionar acerca de este tema.
Hasta el año 2011, más menos, en que me mudé a la ciudad de México y por fin conocí un antro lesbi y tuve oportunidad de convivir con más chicas abiertamente lesbianas y bisexuales, mi manera de ver y dividir los roles que cada una tomamos era bastante simple:
-Hola, yo soy bisex
– Que gusto, yo soy lesbiana y él es mi cuate gay.
Y parale de contar.
Aún en ese tiempo, por mi disposición a siempre cargar una bolsa de mano, brillo labial, maquillaje ligero y los ticks de comportamiento que se devenían de tener el cabello largo (aventarlo a un lado, acomodarlo detrás del odio y demás) siempre me colocaron en una casilla femme a pesar de que en mis relaciones se me ha considerado «activa» y con tendencias protectoras hacia mi pareja o muchas veces, quizás sin notarlo, hasta un poco machistas, lo que me colocaría en una casilla de butch y ¡Pum!, otra vez todo acaba con esa mentada necesidad de querer encasillarnos en algo.
Entonces, después de leer un poco y considerar la nueva división de géneros y roles que uno puede asumir dentro de nuestra misma preferencia sexual, llego a 2 conclusiones:
1ª.- Yo soy lo que me gusta, y si bien a veces me gusta vestirme como leñador y otras como una chica más delicada, la única división que con mente clara podría entregarme seria la de bisexual, pues no creo cumplir con todos los otros requerimientos que se leen en la lista para uno u otro rol.
2ª.- Esta muy divertido hacer tests para saber si uno pertenece a uno y otro grupo, si acaso te quieres encasillar o quisieras un poco de guía acerca de porqué muchas veces te comportas de uno u otro modo. Sin embargo, mi recomendación como estudiante y paciente de psicología sería, no te devanes los sesos pensando en esas divisiones porque al final no sirven para un crecimiento personal real, a mi parecer , sirven para formar parte de una descripción de Tinder y una acalorada discusión con unos pulques, pero personalmente, yo sigo siendo Yeztli y tu puedes ser Juanita o Perenganita y mientras seas feliz de manera responsable y respetuosa no veo que sea necesario que te pongas motes, eso déjaselo a quien sienta la necesidad de dividir su mundo en cuadritos pequeños.
Te dejo una liga de uno de estos tests , para pasar unos minutos divertidos. Y aclaro que este pequeño texto está basado en una opinión personal, me di a la tarea de solo centrarme en los dos grandes apartados, butch y femme pero quiero aclarar que dentro de estos existen otros más de los que hablaré en otra ocasión.
https://www.allthetests.com/quiz35/quiz/1531922534/Am-I-Butch-Femme-Or-Neither
Por Yeztli
A Falta de Pan 